Salvaje como vos

La Leyenda. Entrevista a Rufino Cossio

La Leyenda. Entrevista a Rufino Cossio - Indómito

Por Yaca Austerlitz – IG @yacaauster

Rufino Cossio IG @rufocossio

Difícil hacer una nota a un hermano, veremos qué sale… Rufino “Rufo” Cossio, exrugbista, fue al Viejo Mundo a marcar historia y traer el chaleco finisher de UTMB. Estuvo 40 horas y 57 minutos para terminar la prueba, y pasó por miles de sensaciones. En esta entrevista trataremos de aprovechar lo vivido en Francia así nos motiva a todos a continuar con este extraordinario deporte llamado trail running.

¿Cómo empezó tu pasión por el trail?

Al trail lo descubrí allá por el 2017. Siempre había andado por los cerros salteños desde chico, pero a caballo, y la verdad es que era algo extraordinario, pero con muchas limitantes, ya que organizar no solo la vida de uno, sino también la del animal es complejo. Esto llevaba a que hiciéramos 2 o 3 cabalgatas al año y siempre quedaba ese gusto a poco.

Como te decía, en el 2017 estaba corriendo en asfalto, por San Lorenzo, alguna subida al San Bernardo y no mucho más, hasta que a mediados de año me llama un amigo y me invita a correr por el cerro. En ese momento me agarró una duda y a la vez sentía que algo vibraba dentro de mí, pero no te lo voy a negar, ¿correr en el cerro? Eso sí que no entraba en mi ecuación mental, trekking, campamento, cabalgatas… ¿pero correr? ¿Mochila con bolsa de agua? ¡¡¡Rarísimo!!!

En fin, salí ese día al cerro Elefante, con zapatillas lisas, pantalón corto y remerita de algodón… ¿Resultado? ¡Unas sensaciones increíbles!! No solo el hecho de correr por el cerro, sino el de haber subido cerca de los filos y vuelto solo en un par de horas y un sábado cualquiera. ¡Esa ecuación fue la que me hizo arrancar con el trail… ¡podía ir donde quisiera el día que quisiera!

Por supuesto, el fin de semana siguiente ya estaba en el cerro de nuevo y de nuevo y de nuevo, cada vez más lejos, y durante la semana me pasaba planificando y buscando nuevas sendas, hasta que obviamente llegamos a un límite de tiempo y no podíamos avanzar más, así que ahí comenzó la etapa de entrenar para llegar más y más lejos.

Sos exrugbista, ¿pensás que el rugby te da un plus para correr las ultras?

Estoy convencido de eso, no es una condición necesaria, pero sí te da un plus. Sobre todo, como decís, en las carreras de ultra distancia.

Es un deporte que te fortalece mucho la cabeza y te da una mentalidad luchadora; saber manejar dolores y poder convivir con ellos durante una carrera es uno de esos puntos. ¡Y también el hecho de tener que enfrentar varias “batallas de 10 cm” para lograr avanzar 1 metro, encima pasando la pelota para atrás! En las ultras pasan cosas parecidas, hay momentos en los que pareciera que todo se vuelve contra uno y es entonces cuando uno se sobrepone con la paciencia de la lucha por los 10 cm.

También esa mentalidad hace que a uno le lleguen esos momentos complicados más tarde o no los percibamos como complicados por estar habituados a esas sensaciones, ya son parte del rugbista. Por supuesto que el que nunca practicó rugby lo logra también, pero, a diferencia nuestra, no tuvo el placer de practicar semejante deporte.

¿Cómo fue la decisión de dejar el rugby y dedicarte 100 % al trail?

No fue fácil, sobre todo porque no conocía el trail; estaba dejando años de rutinas de entrenamiento y partidos y lo más importante, la vida de club, y no lo estaba cambiando por nada.

Creo que ese hueco que me quedó lo vino a tapar el trail y es por eso que lo vivo como lo vivo, siempre rodeado de gente y haciendo las cosas en grupo y compañía, siempre intentando poner en el trail las cosas que más me gustaban del rugby.

En las carreras de ultra, siempre hay caídas mentales, ¿cuál es tu plus o de dónde sacás esas ganas de seguir adelante ante la adversidad y llegar a la meta?

Siempre hay caídas mentales, es decir, ya me estás diciendo que van a pasar esas cosas, o sea, sabes que existen, entonces… ¿por qué no entrenarlas?

Cuando recién comencé, las enfrentaba con “fuerza de voluntad o con huevo, cabeza y corazón” como lema, pero después, a medida que fui ganando experiencia, me di cuenta de quehay más herramientas y que podemos entrenar para cuando pasen esos momentos, o que esos momentos llegaban por falta de entrenamiento. Entonces empecé a trabajar fuerte en eso, analizando los momentos de caídas y buscándoles los “por qué” y a partir de ahí uno se va armando de una bolsa de soluciones. Mucho ayuda la experiencia que se va adquiriendo con el pasar del tiempo. ¡Ojo! Uno aprende solo si es capaz de analizar lo ocurrido.

Entonces, antes mi plus era la fortaleza de seguir y seguir y seguir; hoy creo que mi plus lo voy sacando del análisis y de la planificación de las cosas. Cuando uno entra en el mundo de las ultras, llega un punto que no alcanza solo con empujar, empujar y solo empujar. ¡Es mucho más que eso!

Vayamos directo a tu experiencia en UTMB. Para aquel que no conoce, es como jugar un mundial de fútbol o de rugby. Sería tocar el cielo con las manos…

¡Sí, tal cual lo decís! No solo por lo que implica a nivel evento, en donde están los mejores del mundo que van por el evento en sí y a medirse con el resto, ¡van a dejar todo ahí!! A nivel de cada uno es muy importante también porque es el final de un largo camino que se va recorriendo al cabo de varios años. Creo que este punto lo hace tan especial para los corredores como nosotros.

A mí me llevó alrededor de 6 años llegar a soportar carreras de 100 millas; entonces, cuando estás en esa largada, te das cuenta de que llegaste al punto final de este ciclo (punto final que es, en realidad, un punto de inicio; en mi caso estar ahí me generó más ganas de seguir).

¡El llegar al objetivo después de tantos años, planificaciones, carreras, suma de puntos, sorteos… llegar a eso que alguna vez fue una simple nota en la percha donde uno va colgando sus medallas y números, su percha de la experiencia, digamos, es realmente increíble!

Creo que desde afuera se lo ve como un mega evento, que por supuesto lo es, pero estar en la manga de largada con miles de personas que sufrieron y laburaron como uno es lo que lo vuelve especial; esas sensaciones y vibraciones que se sienten ahí son las que te cambian para siempre.

¿Cuál es el secreto de animarse o empezar un proyecto? Mucha gente tiene miles de proyectos en su cabeza, pero nunca los llegan a concretar.

Siempre hablando en el plano deportivo, creo que el empezar un proyecto no es lo difícil. Empezar, empiezan muchos, pero ¿cuántos se mantienen en el camino?

El secreto, entiendo yo, es la disciplina para mantener la carrera hacia el objetivo de manera constante, la disciplina para entrenar, para saber frenar a tiempo, para tomar los descansos.

Muchas veces escuchás a alguien que te dice que no es lo suyo simplemente porque está cansado o porque sucumbe ante el esfuerzo que implica. Por supuesto que cansa correr o enfrentar algo, es parte del camino; para eso entrenamos el cuerpo y la cabeza, para superar esos momentos y ahí es donde para mí juega fuerte la disciplina.

Hay que ser consiente de que esto es un proceso; como nada en la vida se logra de la noche a la mañana, hay que ser paciente y ponerse pequeños objetivos para ir sintiendo el placer de la actividad.

¿Cuál es tu próximo objetivo?

En febrero, los 100 km en Aconcagua, Mendoza. En mayo, los 125 km en Valhol, Córdoba, y en octubre 100 m en UTACH, Córdoba. Por supuesto que entre medio iremos a visitar a los amigos de URKU a Jujuy y haré cuanta carrera haya en Salta.

La verdad es que tenía ganas de hacer dos 100 millas por año, pero en Argentina hay muy pocas carreras de esta distancia.

¿Sabías que lo que vos lograste es el sueño de muchos? ¿Qué le dirías a esas personas que sueñan con ese estilo de vida?

¡Que se pongan las zapas y salgan al cerro! Ese es el punto de inicio, pero, sobre todo, lo más importante es disfrutar de lo que el trail nos da; no solo es competir y entrenar para esto, tal vez no ganemos nunca, o sí, no sé…, lo que sí sé es que hay que entrenar para disfrutar del cerro, del monte, de la montaña. Mientras más entrenados estamos, más podremos disfrutar.

En mi caso, si voy a carreras es para competir contra mí mismo, porque es parte de las ultras planificar, armar estrategias y demás, y en las carreras es donde realmente podemos medirnos y poner a prueba los planes, pero, insisto, no hay que entrenar solo por entrenar, sino que hay que aprender a disfrutar las salidas de los findes, hay que entrenar para esas salidas. Imaginate que podemos correr 2 carreras de 100 m por año, pero salimos al cerro todos los findes, que deben ser como 48 por año…, entonces, ahí está el estilo de vida, en disfrutar esas 40 y pico de salidas.

La “Leyenda”. Sé de tu humildad, pero qué podés decir de eso. Varios te dicen “la Leyenda”.

¡Ja, ja, ja, eso es cuento de los changos! Creo que eso nació de algunos a los que les divierte la mística y ven en mí lo que ellos están planeando y queriendo hacer.

En algún punto es divertido, porque sentís que vas marcando camino y volteando barreras, es como que uno va mostrando que las cosas son realizables y terrenales.

Pero cada uno tuvo sus “leyendas” adelante que lo motivaron a seguir o le marcaron un camino.

No voy a poner nombres para no olvidarme de nadie, pero cuando empecé a correr tenía varios “leyendas” de este deporte en Salta, sobre todo en ultras.

A mí me motivaron un montón en aspectos como te decía más arriba…, en un papel ves un circuito, una altimetría y mil cosas, pero no deja de ser un papel, ahora, te cruzás con uno de esos que ya lo hicieron y, guauuuuuuu, la cosa cambia! ¡Son leyendas!

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