Cuáles son las cosas que el vulgo considera buenas, podrías comprenderlo por lo siguiente. Porque si alguien pensara de verdad que ciertas cosas son buenas, como la sabiduría, la prudencia, la justicia, la valentía, después de una comprensión previa de estos conceptos, no sería capaz de oír eso de: tan cargado está de bienes.
Marco Aurelio, Meditaciones, 5.12
Vivimos en una sociedad muy materialista, en mi caso, en una sociedad salteña muy estructurada y, a veces, juzgadora, el foco está siempre puesto en la acumulación material (quien tiene tal y cual cosa) y todo aquello que sea productivo y nos lleve al éxito, ya sea profesional, personal o social.
Por eso me pregunto, ¿la fama, el poder y la fortuna son todo lo que hacen exitosa a una persona? ¿Pero qué pasa cuando llegas a eso y te encontrás con que no sos realmente feliz?, OJO conozco mucha gente que le pasó lo que estoy diciendo. Tienen todo, pero no son felices.
Durante siglos y siglos, las personas han asumido que la riqueza es un tónico extraordinario que lo cura todo, incluso todos los problemas, hasta la infelicidad misma. Sin embargo, como he manifestado con anterioridad, una vez que logran la fortuna y el poder, descubren que todo aquello no era lo que ellos esperaban, y definitivamente toda esa cultura es la llave al gran vacío interior.
No hay nada de malo con querer tener cosas lindas, progresar materialmente y por supuesto darle lo mejor que se pueda a los hijos. Pero aferrarse a estas cosas como una condición para la felicidad genera el riesgo de vivir al borde de un abismo de ansiedad que paradójicamente nos aleja cada vez mas de nuestros objetivos. Pero a lo que apunto es, que se puede ser feliz sin el poder y la riqueza, es decir, durante el camino ser feliz. Me aferro a una gran frase:
No hay un camino a la felicidad: la felicidad es el camino.
Buda Gautama
Por eso, creo que muchas veces confundimos conceptos, y hemos vinculado la felicidad con el éxito, y no es así, muchas veces lo verdaderamente bueno está en lo simple de la vida.
La vida está llena de simples acontecimientos que muchas veces por su cotidianeidad, pasan desapercibidos, o tal vez, por el sólo hecho de tenerlos, creemos que estarán ahí para siempre sin percatarnos de su valía. Acá entra la famosa frase: “uno valora las cosas cuando no las tiene”.

Por último, quiero agregar, que hay un valor que nos enseña a disfrutar de las cosas pequeñas, la sencillez. Este valor, asociado a la humildad, nos ayuda a reconocer que tenemos mucho de qué y de quienes aprender.
El libro “Pequeña Guía de los Valores Humanos” de Leslie Rosen, propone algunas ideas para vivir el valor de la sencillez:
Recordar que la riqueza personal no tiene relación con la económica y material.
Descubrir el valor de los placeres sencillos de la vida.
Mantener la sencillez y la humildad que nos permite ser flexibles.
Convencernos de que la felicidad puede encontrarse en las actividades y sorpresas de la vida cotidiana, y que no puede comprarse.
Por Yaca Austerlitz – IG @yacaauster