Por Yaca Austerlitz – IG @yacaauster
Algunos consejos para correr con calor extremo. Personalmente, me encanta correr en esta época, pero hay que ser responsables, por lo cual aconsejo que tomes precauciones al salir a entrenar. A continuación van algunos detalles para tener en cuenta en esas situaciones con alta temperatura.
Llega la mejor época, ¡sin dudas!, los meses de verano y con ellos las altas temperaturas. Personalmente, me encanta correr con calor extremo, ya que el estado de ánimo y las ganas se acrecientan. Pero es importante tomar algunas precauciones porque ahora nos topamos con un sol intenso y a veces con aire seco. Todos estos factores hacen que correr con calor nos provoque un sobresfuerzo que no hay que minimizar.
Con temperaturas altas, el cuerpo reacciona de otra forma que con grados más bajos: transpiramos mucho más, necesitamos más hidratación y nos solemos encontrar más débiles. Estos efectos son normales. El problema es que estos aspectos provocan otras consecuencias que son más graves, como posibles calambres o lesiones ante el esfuerzo que le obligamos a hacer al cuerpo. Por ello, antes de que el verano se asiente totalmente en nuestras ciudades, es aconsejable que poco a poco vayas acostumbrando tu cuerpo al nuevo clima. Empezando por este aspecto, podés ir buscando las horas más adecuadas para salir a correr y las zonas por las que no caen tanto los rayos de sol. Por otro lado, hay una serie de consejos que recomiendo para que esta cuesta de verano no se te haga más pronunciada de lo que parece. Así que si sos todo un runner/ultrarunner, seguro que estas recomendaciones serán de tu interés.
Bebé mucha agua.
La hidratación, en general, es uno de los aspectos más importantes para el ser humano, pero si hablamos de estos meses con calor extremo se triplica su importancia. Una de las recomendaciones fundamentales, sobre todo para el verano, es que el día antes de salir a correr o el mismo día no hay que tomar bebidas con altas dosis de alcohol (a pesar de que soy un fanático de la cerveza bien fría), ya que son productos que favorecen la deshidratación.
Salir a correr pronto o muy tarde.
Este será un punto que quizás ya conozcas. Salir a correr con el sol de cara para la mayoría es molesto (a mí me encanta). Y lo es aún más en verano cuando los rayos de sol pasan de ser un pequeño inconveniente a abrasarte la piel. Por ello, te recomiendo que aproveches las primeras y las últimas horas de sol para salir a correr. Hay mucha gente que aprovecha entre las 6 y las 8 para rodar, activar el cuerpo y estar listo para el resto de la jornada. Mientras otros aprovechan entre las 20 y las 22 horas para salir a correr y finalizar el día con buenas sensaciones. La decisión será tuya, pero elijas la hora que elijas, en la franja horaria mencionada ut supra el sol no caerá tan fuerte y el calor no será tan insoportable.
Ropa adecuada.
Si sos de los que prefiere correr con ropa y no sin remera, como hace más de uno, te aconsejo que salgas con algo claro y transpirable. Gracias a las marcas fabricantes en el mercado de hoy, existen una multitud de opciones para ir equipados con tecnologías de última generación que nos ayudan a transpirar y mantenernos secos.
Protector solar.
Si para ir a la playa utilizás protector solar, para salir a correr con calor también. Aunque anteriormente hemos decidido que saldrías a correr a horas en las que el sol no está en pleno rendimiento, es recomendable que te protejas. Y más aún si salís por zonas de poca sombra.
Comer frutas.
Como en cualquier dieta, es recomendable que como deportista incluyas mucha fruta, por ejemplo, sandía o melón que aportan esa hidratación extra. Son alimentos frescos que ayudan a que no pases un calor excesivo.
Evitar los fondos semanales.
No hagas tiradas excesivamente largas los días más calurosos. Es clave ver el pronóstico antes de programar tu entrenamiento semanal y elegir el día de menos calor para hacer los rodajes más largos. En Salta hay cerros con ríos, por lo que en este punto no tendremos problema alguno con la hidratación. Los ríos son claves.

¡Alerta! Saber escuchar el cuerpo
Los corredores conocemos nuestro cuerpo y percibimos todo aquello que es inusual. No es normal sentir náuseas o dolor de cabeza. Cualquier malestar que se aleja de lo habitual debe tenerse en cuenta. Si se experimenta algo infrecuente, aflojá el ritmo, caminá hacia la sombra y mojate la cabeza mientras tomás agua.
A mayor experiencia es más fácil para un corredor notar la diferencia entre estar acalorado o cansado del sentirse mal. No hay que correr sintiéndose así. Buscar la sombra es el consejo inicial. Si corrés en los horarios mencionados, no te faltarán esos lugares a resguardo.
Una ducha después del entrenamiento ayudará mucho también. Pero lo principal es mantenerse hidratado y escuchar el cuerpo. Se puede correr todo el año, tan solo hay que adecuarse a cada situación. Con esta serie de consejos ya estás listo para afrontar el verano sin perder tus hábitos de corredor. Además, ahora podés aprovechar el buen tiempo para salir a correr por donde sea. Que el calor no sea un impedimento para logar tu objetivo y disfrutar la mejor época. Es clave la actividad física, sobre todo… disfrutá del trail running.